Què és ffutbol base?

Benvinguts i benvingudes,  Sóc mestre d'educació Primària amb menció en educació física, sóc monitor de futbol base i sóc jugador, af...

dimecres, 22 d’abril del 2020

¿Posiciones específicas en fútbol 7?

¿Deben tener los jugadores de fútbol 7 posiciones determinadas? ¿Existe realmente éste debate? ¿Nos lo hemos planteado alguna vez?

Ciertamente, la pregunta que titula esta nueva entrada presenta una "lucha de respuestas" en mi cabeza. La primera (NO), nos conduce a un enfoque puramente educativo dentro de la práctica y el aprendizaje de un deporte; mientras que la segunda (), a una concepción igualmente educativa pero orientada al aprendizaje y especialización del fútbol. Mi principal objetivo es intentar trasladar esta dualidad a la que me enfrento para que podáis entender la razón del nacimiento de esta pregunta.

En primer lugar, creo que en cuantas más posiciones sea capaz de actuar un futbolista, mayor será su posibilidad de jugar  y más completo será su aprendizaje. Basándome únicamente en el aspecto educativo y formativo creo adecuado afirmar que los niños deben aprender a ocupar cualquier posición en un sistema de fútbol 7. ¿Por qué? Los niños son personas en constante desarrollo físico y psicológico y no debemos cortar las alas a su capacidad de adaptación a nuevas situaciones y su aprendizaje a nuevos conocimientos. El hecho de de aprender a desenvolverse en diferentes posiciones en lugar de especializarse en una única, no es otra cosa que proporcionarles conocimientos y herramientas que les garantizan un completo aprendizaje
Adquirir y adoptar esta concepción del fútbol formativo conlleva en cierta medida "olvidar" los resultados y la clasificación para centrarse casi únicamente en el conocimiento y la formación del niño para ejercer cualquier función dentro de un equipo de fútbol. Es decir, para conseguir conocer el fútbol de forma completa. Confieso que, incluso para mi, ésta es una tarea y una concepción prácticamente imposible de adoptar. Pues, si un futbolista profesional no es capaz de jugar en cualquier posición, ¿cómo va a serlo un niño?

Por otro lado, el hecho de aprender y formarse en una posición concreta (o en posiciones de una función relativamente similar), ofrece al jugador la posibilidad de aprender todo lo necesario para ser realmente "experto" en esa posición y a la vez conocer de una forma superficial la función o el rol de sus compañeros en otras posiciones. De esta manera, favorecemos a la formación de un equipo mucho más preparado para competir, en el cual, posiblemente el jugador conozca mejor su tarea dentro de su posición, del sistema y del modelo de juego.

Una vez expuestas las dos vertientes que interpreto a partir de la pregunta inicial, mi respuesta es: ¿Posiciones específicas en fútbol 7? Sí, pero con matices. Es decir, veo necesario que los niños tengan conocimientos y capacidades para, en un momento determinado, puedan actuar en cualquiera de ellas, lo se denomina en argot futbolístico, ser polivalentes; de la misma manera que en el colegio deben cursar y adquirir conocimientos de todas las materias impartidas. Siguiendo con la comparativa, los niños no son especialistas en todas las asignaturas, pues tienen facilidad para algunas pero presentan dificultades en otras. Este mismo ejemplo puede aplicarse al fútbol 7, hay posiciones en las que el jugador se siente más cómodo y tiene más facilidad para adaptarse y asimilarlas o en las que simplemente se lo pasa mejor jugando y, en cambio, otras en las que tienen más dificultad para poder desenvolverse de la misma manera o con el mismo éxito.

Es difícil ofrecer una solución acertada para éste enunciado. He intentado representar y explicar las dos respuestas que se plantean en mi cabeza y el punto de vista desde el cual las abordo y valoro. A pesar de haber dado un principio de respuesta, en ambas opciones existe tanto formación futbolística como educativa. Por lo tanto, considero que deberíamos incluir éste debate en nuestro día a día como formadores. La forma en como lo interpretemos y la respuesta que cada uno consigamos darle, nos permitirá definir que queremos que nuestros jugadores aprendan y nos ayudará a determinar cómo queremos enseñarlo. 

dilluns, 20 d’abril del 2020

El automatismo ofensivo en fútbol 7.

Ejecución mecánica de actos sin ser consciente de ello. Esta es una de las definiciones que la Real Academia Española propone para la palabra automatismo. Mi extrapolación de esta definición al fútbol 7 es: conjunto de movimientos y acciones tácticas y técnicas que los jugadores deben ejecutar durante el juego. 
Al contrario que en la primera definición, quiero destacar la ausencia de la palabra "mecánico" o de sinónimos (futbolísticamente hablando) de ésta, como "automático", "sin pensar" o "de memoria".
Claro está que el jugador y el conjunto deben, a medida que crecen y desarrollan habilidades para el juego, conseguir lo que popularmente denominamos jugar de memoria. Pero no sin antes haber pasado por un proceso de razonamiento, pensamiento, decisión, acierto y error y aprendizaje.

La aplicación de los automatismos de forma impuesta, sin posibilidad de decisión u opinión, disminuye enormemente la capacidad de decisión del niño (que no futbolista), lo que conlleva a una consecuente disminución de el futuro aprendizaje. Considerando la capacidad de decisión como un componente fundamental del desarrollo futbolístico del niño, mi propuesta para la aplicación y desarrollo de automatismos ofensivos en fútbol 7 es la siguiente:

En primer lugar, el entrenador debe saber que quiere conseguir a través de la aplicación de un automatismo determinado. Imaginaremos el supuesto caso de que el objetivo es enseñar a los jugadores a atacar de forma combinativa mediante el sistema 1-2-3-1.
Los jugadores deben conocer que es un defensa, un medio centro, un interior y un delantero y cuales son sus respectivas funciones. A partir de aquí, proponemos y ejemplificamos una serie de (pocos) movimientos básicos y simples para combinar y conseguir generar una jugada de ataque. Durante los siguientes entrenamientos podemos incidir en este ejercicio para conseguir, mediante la repetición, una mejora en la técnica y en la velocidad de ejecución. 
Una vez logrado el primer objetivo, dificultamos el ejercicio añadiendo oposición defensiva. Con este cambio conseguimos generar dificultad en la circulación de balón, situación que con total seguridad nos conducirá al error. El cual es de vital importancia para la consecución del siguiente paso.
El niño se da cuenta de que siguiendo un mismo patrón de movimientos no podrá generar peligro, por lo tanto, se ve obligado a improvisar, acción que conlleva pensamiento, decisión y acierto o error. ¡AQUÍ YACE LA CLAVE DEL APRENDIZAJE!

Con la práctica, el niño aprenderá a que el medio centro debe jugar rápido, a pocos toques y evitando largas conducciones para, así, neutralizar la presión del contrario, que el delantero puede desmarcarse en apoyo o en ruptura, que no debe girarse con el balón estando de espaldas a la portería contraria, cuándo el interior debe pegarse a la cal o cuando debe generar juego por dentro... Un sinfín de movimientos, acciones y posibilidades que junto a la ayuda, guía y consejo del entrenador serán capaces de asimilar, desarrollar y ejecutar CASI sin pensar.

El automatismo no debe alejarnos del pensar y el decidir, bajo mi punto de vista eso sería un verdadero error. El automatismo, no solo debe introducir conceptos futbolísticos de forma escalonada, gradual y ejemplificada para garantizar una máxima velocidad y claridad en la ejecución de acciones técnicas y tácticas. Sino que debe ser la herramienta mediante la cual el niño sea capaz de desarrollar una capacidad de pensamiento y toma de decisiones que le conduzca a la consecución del objetivo, que en este caso es generar y crear una jugada de ataque de forma combinativa.

En conclusión, según mi opinión y mi experiencia como monitor en equipos de fútbol 7, el automatismo ofensivo debe ser una herramienta que ayude al desarrollo y evolución de la inteligencia futbolísitica del niño mediante la toma de riesgos y decisiones, la improvisación, el acierto y el error.

dilluns, 13 d’abril del 2020

Els tests de condició física.

Benvolguts i benvolgudes,


L'entrada d'avui està dedicada a l'ús que monitors i entrenadors donem als tests de condició física. Avui dia, les tècniques d'entrenament, anàlisi i avaluació estan molt desenvolupades i tenim un ampli ventall d'elecció. En formen part els tests de condició física, però què són?, i sobretot, per a què els hem de fer servir?
Tinc un interès personal i especial en aquest tema, ja que va ser l'eix central del meu Treball de fi de Grau. Per tant, ara, tot allò que vaig llegir, analitzar i aprendre m'agradaria compartir-ho en forma d'opinió en relació amb el futbol base. Val a dir, que considero que és un tema molt i molt extens, per tant el que llegireu en aquest article d'opinió són simplement unes pinzellades bàsiques en comparació amb el que podria ser.

En primer lloc és necessari conèixer i definir què són els tests de condició física. La definició que jo proposo és la següent: "Els tests de condició física són un conjunt de proves físiques que permeten l'anàlisi i avaluació de les qualitats físiques bàsiques (resistència, velocitat, força i flexibilitat)". Alguns exemples són la Course de Navette, el Test de Cooper, proves d'abdominals o curses de velocitat... Únicament amb la definició proposada, podem respondre les dues qüestions prèviament plantejades: "Què són i per a què serveixen els tests de condició física?".

A continuació, ampliaré la resposta a la segona pregunta (per a què serveixen) segons la meva opinió i de manera orientada al món del futbol formatiu.
Doncs bé, segons el meu criteri, NO hauríem d'executar cap test de condició física a l'etapa de "futbol 7". L'objectiu d'aquesta etapa no és l'adquisició d'una condició física òptima, per tant l'avaluació d'aquesta és innecessària. Evidentment, hem de treballar l'adquisició i millora de les qualitats físiques bàsiques, però amb la utilització d'altres metodologies i fent-ho de forma integrada, mitjançant jocs, competicions o activitats destinades a desenvolupar la tècnica.
D'altra banda, al "futbol 11" formatiu (categories infantil i cadet), segons la meva visió, podem començar a introduir "un tastet" d'aquests tests. La raó d'aquesta inclusió és que els jugadors coneguin la seva existència, ús i aplicació (ja que, per exemple, a educació física probablement també els comencen a introduir), aprenguin a com executar-los i, sobretot, siguin conscients de la seva finalitat, la qual és únicament avaluativa i MAI com a mètode de treball i desenvolupament de les condicions físiques bàsiques. És a dir, els resultats obtinguts en aquests tests són simplement una eina més que l'entrenador obté per a valorar de quin punt parteix cada jugador i més endavant poder determinar la seva evolució i millora.

Un possible exemple d'aplicació d'aquestes proves a la categoria infantil seria dur-los a terme a l'inici de pretemporada i al final d'aquesta o bé a l'inici de Lliga i al final de la mateixa, per tal que l'entrenador pugui tenir un control de la millora de cada jugador i del conjunt. Altrament, a la categoria cadet es podrien executar aquestes proves també després de cada "pausa de la competició", ja que el jugador passa per un temps de relativa inactivitat física i futbolística, és a dir, en tornar de Nadal i en tornar de Setmana Santa; per tal que l'entrenador pugui adaptar la càrrega i intensitat dels entrenaments a les condicions físiques actuals dels jugadors.

En conclusió i segons el meu parer, l'execució de tests de condició física al futbol formatiu no és necessària. Malgrat això, a partir de les categories pertanyents al "futbol 11" (infantil i cadet) i MAI a les corresponents al futbol 7 (baby, prebenjamí, benjamí i aleví) poden començar a introduir-se periòdicament i gradual. De manera que els jugadors els coneguin, entenguin i tinguin un primer contacte amb aquestes proves i, per tal que l'entrenador pugui ampliar els seus coneixements respecte a l'equip i sigui capaç de realitzar una anàlisi, avaluació i planificació de la manera més satisfactòria possible de la temporada per garantir la millora i l'aprenentatge, els quals són els principals objectius del futbol formatiu.

diumenge, 12 d’abril del 2020

Futbol formativo: ¿entrenador o profesor de futbol?

Esta cuarentena me está dejando tiempo para leer, investigar y formarme en diferentes ámbitos. Uno de ellos, que es sin duda mi mayor pasión, es el futbol base. Tal vez, me esté tirando a la piscina con la redacción de este post, pero he decidido escribirlo porque es simplemente una reflexión a la cual he estado varios días dando vueltas, la cual ha nacido después de finalizar un curso de metodología del entrenamiento. La reflexión es la respuesta a la pregunta que titula esta redacción: futbol formativo: ¿entrenador o profesor de futbol?

Personalmente, opino que si nos dedicamos al futbol formativo (el cual podría considerarse hasta  la etapa cadete), ya sea formando parte de un club considerado profesional o en un humilde club de barrio, debemos ser, sin ningún tipo de duda, profesores de futbol. Como tales, debemos tener a parte de unos conocimientos y una formación futbolística y deportiva, unos conocimientos pedagógicos.

A todo el mundo, pequeños y adultos, nos gusta ganar. Siendo sinceros, como entrenadores queremos ganar siempre sea cual sea la categoría y sea cual sea el contrario. Pero debemos ser conscientes que a pesar de competir para ganar ya des de las categorías más tempranas (¡incluso la categoría Baby tiene liga y clasificación!), este no debe ser nuestro objetivo. Puede ser un aliciente, un componente más del aprendizaje, incluso un premio, sin embargo, NUNCA un objetivo.
Como su propio nombre indica, el futbol en la etapa de formación debe ser para FORMAR. La palabra formar esta compuesta por muchas otras acciones y procesos integrados: educar, enseñar, aprender, corregir, mejorar, decidir, equivocarse...
Con todo esto, quiero decir que, por desgracia, en demasiadas ocasiones los clubes, entrenadores y los propios padres olvidan cual es el único y verdadero objetivo del futbol formativo. Y, automáticamente introducen componentes propios de la competición que se traducen en estrés, presión, ansiedad, intranquilidad o nerviosismo; emociones y situaciones que los niños NO deben experimentar en edades tan tempranas en un campo de futbol. 
Es común ver a jugadores enfadados, enrabietados, discutiendo e incluso peleando, pero más habitual y lamentable es ver este comportamiento en entrenadores y padres (con la palabra padres hago referencia a cualquier miembro de la familia que se encuentre viendo el partido), añadiendo además, gritos e insultos como si sus vidas dependieran de un partido de futbol de niños y niñas de 10 años. 

¿De verdad que eso es lo que queremos que el futbol represente para ellos?

El futbol es nobleza, respeto, igualdad, solidaridad, valores, amistad, al fin y al cabo y a pesar de todo, es un juego y así debería ser visto por los más pequeños. Como un medio de diversión, de desahogo, de aprendizaje y de educación. Por eso, y por muchísimo más, debemos ser formadores en lugar de entrenadores.

Debemos enseñar los fundamentos, las reglas y la práctica de un juego, para que en el futuro el jugador sea capaz de competir de la forma más satisfactoria posible y sobretodo para que en el presente el niño juegue, disfrute, sonría, haga amistades, aprenda a perder y aprenda a ganar y pueda ser feliz practicando y compartiendo con sus amigos su juego favorito. Debemos educar en respeto, solidaridad, valores y competitividad. Debemos hacer del error una oportunidad de aprendizaje y no un medio o una razón de crítica. Todo el mundo puede ser capaz de jugar a futbol con un poco de práctica, pero no todo el mundo está capacitado para formar y educar a un grupo de personas. 
En definitiva, debemos estar formados para poder formar.

Què és ffutbol base?

Benvinguts i benvingudes, 

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Soy maestro de educación Primaria con mención en educación física, soy monitor de futbol base y soy jugador, aficionado y apasionado del futbol y del futbol formativo.

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